EL USO DESREGULADO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

En la Argentina, al igual que en muchos de los países de América Latina, la regulación de la inteligencia artificial
(IA) se encuentra en desarrollo y no existe aún legislación especializada.La tarea de diseñar un marco legal específico para este tipo de desarrollos tecnológicos es de interés fundamen- tal para las autoridades locales, ya que se encuentra íntimamente relacionada con el cumplimiento de su deber de velar por el ejercicio de la soberanía nacional en entornos digitales, promover la innovación y garantizar
la protección de los derechos de los ciudadanos. Todo esto, sin dudas, demanda un esfuerzo extraordinario dada la velocidad de respuesta y adaptación al cambio constante que exige el crecimiento exponencial de las
IA, así como comprender sus funcionalidades, definir y delimitar el alcance de su implementación y uso, en pos
de lograr un balance deseable y necesario. Por un lado, en la práctica, la sociedad parece beneficiarse de la implementación y el uso de las aplicaciones de IA, que se multiplican a gran escala y ganan miles de adeptos por segundo dadas las posibilidades infinitas que introducen estos desarrollos en sus múlti-ples esferas de aplicación, generales y específicas, tanto en el ámbito público como en el privado. Por otro lado,
la sociedad está expuesta a riesgos relacionados con su uso, ya que, al no existir un marco legal que prevea pa rámetros regulatorios claros y definidos que resguarden nuestros derechos fundamentales y ofrezcan una garantía efectiva para la protección de los datos personales y de terceros, o los derechos de consumidores de diversos productos y servicios, no queda claro cuál es la respon- sabilidad de las aplicaciones y las plataformas de IA, nicuál es su jurisdicción. Todas estas cuestiones exigen la creación de normas que tengan por finalidad principal la prevención de actos delictivos, fraudes y otras infracciones que puedan presuponer un menoscabo de nuestros derechos constitucionales

STIGas Patagonia Sur